350 grs de soja verde(Hacendado):
1 tomates
1 pimiento verde,
½ pimiento rojo
2-3 zanahorias,
1 cebolla
2-3 dientes de ajo
5 granos de pimienta, 3 clavos de olor
2 hojas de laurel
Pizca de pimentón dulce y picante
1 chorizo picante (me gusta picante)
1300 grs de agua, Aceite, sal
Preparacion tradicional:
Limpiar bien bajo el grifo, las legumbres.
En chorrete de aceite sofreír las verduras lavadas y sin piel, cortadas toscamente, con pizca de sal, los granos de pimienta y los clavos, cuando ya estén a gusto sofreído, se añade el pimentón se cocina un poco, se aparta al vaso batidor, batir, (añadir agua, para facilitar el batido) poner en una olla, junto a la soja verde, el agua, el laurel, pizca de sal, cocinar a fuego fuerte unos minutos, después complementar el tiempo a fuego medio-fuerte, con la tapa medio puesta, unos 40min, remover de vez en cuando. Cuando lleve 30min, si están muy liquidas, quitar la tapa totalmente, añadir el chorizo a rodajas, completar el tiempo. Apagar el fuego, reposar un rato, servir.
Preparación con thermomix:
Limpiar bien bajo el grifo, las legumbres.
Thermomix: añadir al vaso todas las verduras, trocear 4 segundos, vel 5, abrir, bajar los restos, añadir pizca de aceite, sal, los granos de pimienta, los clavos, programar 10min, temperatura varoma, vel cuchara, sin cubilete, cuando quede 2-3 min para terminar añadir el pimentón.
Añadir 200 grs de agua, triturar 40 seg, vel 7, aguantando el cubilete con un paño.
Incorporar la soja verde, el laurel, y 1100 grs de agua, programar 40min, temperatura varoma, giro a la izquierda, vel cuchara con el cubilete puesto (salieron espesitas). Reposar un rato, dentro del vaso y servir.
Soja verde, o judía mungo:
Yo no las puse a remojo, padezco de hierro bajo, los especialistas me aconsejaron no hidratar las lentejas y tirar esa agua, pues pierden parte del hierro, he hice exactamente igual que hago las lentejas (tal como las he explicado anteriormente), quedaron perfectas, acompañadas con zumo de naranja, y nada de lácteos.
Propiedades:
Constituye una gran fuente de proteínas, aporta 25 g por cada 100 g (30 g si está pelada). Proporciona hidratos de carbono, fibra y una cantidad mínima de grasas. Por estas características, se trata de un alimento muy adecuado para reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Destaca por su riqueza y variedad en minerales, como: magnesio, que beneficia a huesos, músculos y al sistema nervioso; hierro, fósforo, potasio, cobre, calcio y selenio; aporta dosis considerables de hierro, básico para la protección inmunitaria y el transporte de oxígeno; buena fuente de fósforo, que nutre los huesos e interviene en la producción de energía.
Aporta cantidades muy destacables de ácido fólico, así como de otras vitaminas del grupo B, entre ellas la B1, la B3 y la B6, que contribuyen a asimilar mejor los hidratos de carbono.
La disponibilidad de su hierro vegetal puede aumentarse si se cocinan con ingredientes ricos en vitamina C, como frutas cítricas o tomates, pues favorecen su asimilación.
Es un ingrediente noble en la cocina, pues su delicado sabor no domina en la receta y tiene la gran virtud de impregnarse bien de los sabores y aromas de los alimentos que la acompañan. Por esa razón, resulta excelente en preparados de cocción lenta y prolongada, como guisos y estofados, debidamente especiados y con una buena proporción de hortalizas o cereales que la complementen desde el punto de vista nutricional.Para destruir ciertas sustancias indigestas que suelen contener la mayoría de las legumbres en la piel, se han de echar a la olla con el agua todavía fría. Se las deja hervir a fuego fuerte y sin tapar durante 2 o 3 minutos y luego se dejan cocer a fuego lento añadiendo un poco de agua fría de vez en cuando, hasta que la legumbre esté en su punto.
Es importante retirarla del fuego a tiempo, justo antes de que se abra la piel, dejando que la cocción se acabe fuera del fuego. Así se evita que se deshaga y se convierta en puré, pues a partir de cierto punto de cocción se ablanda muy rápidamente.